¿QUÉ FUE DE
TI, LUIS MOURIN?
La historia
de “Atravesando todo limite” contada por Mauro, compañero de primaria de Ana
Mourin y amigo de su hermano José Luis Mourin
"Jamás
en la vida se me cruzó por la cabeza tener que hacer consideraciones, pasado un
largo tiempo, acerca de un hecho extraño que me ha tocado vivir. Para otros no
lo será, para mí sí resultó bastante misterioso. Nunca evalué si lo que diré
debí hacerlo ni bien ocurrido el caso, o bien esperar un poco, unos años, u
ocuparme del tema ahora. Se trata ni más ni menos que de la desaparición de un
amigo, después de todo.
El caso José
Luis Mourin, a él me estoy refiriendo, es un caso irresoluto. No tengo hoy el
dato preciso sobre qué clasificación le dan las autoridades a situaciones como
éstas, pero que yo sepa la gente no se evapora ni desvanece. Si no se ha
muerto, a algún lado tuvo que haberse ido.
A Luis yo lo
conocía desde mi época de escolar primario en el Almafuerte de Munro. Habrá
sido más o menos por el ’72 cuando nos vimos por primera vez. Yo hice toda la
primaria en ese colegio junto con Ana Dora Mourin, su hermana, entre el ’70 y
el ’76. De Ana guardo lindos recuerdos de la infancia, era bastante simpática y
tenía sentido del humor. Nos podíamos permitir alguna broma liviana de vez en
cuando. Y a mi juicio, estaba entre las chicas más lindas del curso.
Con Luis,
por ese entonces, la relación se limitaba más a los fines de semana, en que nos
encontrábamos con una nutrida barra para jugar al fútbol y también, otro
clásico de ese entonces, larguísimas bicicleteadas que podían terminar en
cualquier parte, en Boulogne, en Villa Martelli, o en la playita de Olivos. Con
el correr de los años, esa amistad continuó, todos crecimos y nuestros
intereses ya estaban cambiando, ahora podían unirnos los gustos similares por
la música, las chicas, las salidas nocturnas de los fines de semana y otras
escapadas a lugares que tenían que ver con las artes, las ciencias y la
política. Y también, reuniones en su casa, por la noche, de extensas charlas
sobre temas que a nosotros nos interesaban mucho, con alcohol y humo de por
medio. Podíamos estar hablando horas y horas sobre cosmogonía, sobre fútbol o
sobre por qué el 2do. y el 3er. disco de Led Zeppelin eran mejores que el 4to.
Hacia
finales de los 80’s, sólo quedaba un pequeño grupo de amigos que nos juntábamos
con Luis. Puede resultar obvio, éramos los más afines. Algunos habían cambiado
más, otros menos, pero seguíamos en contacto permanente.
Luis tenía
un carácter bastante especial, lo podría afirmar cualquiera que lo haya
tratado, tanto en sus primeros años como en los últimos en que nos vimos. Era
algo tímido como yo, pero cuando tenía ganas de decir cosas no se las guardaba.
Era bastante impulsivo, también, conducta que no siempre sabía controlar. Y si
algo nunca perdió fue ese gusto por el humor corrosivo que compartíamos.
Podíamos estar un buen rato bromeando sobre tal o cual situación, o tal o cual
persona, llevándonos a conclusiones de lo más disparatadas.
Otro de
nuestros amigos, a quien no identificaré, pasó por momentos muy penosos por
aquellos tiempos debido a cuestiones relacionadas con el consumo de sustancias
tóxicas, de las más variadas debo decir. ¿Por qué lo cito? Pues bien, recuerdo
la despedida de año del ’89, en que este muchacho, a altas horas de la
madrugada, ya estaba algo “pasado” y comenzó a ponerse pesadito, principalmente
con el dueño de casa, Luis. En otros tiempos, lisa y llanamente Luis lo hubiese
tomado a golpes y quién sabe las consecuencias, pero la cosa, para sorpresa,
fue casi diametralmente opuesta. Quien le estaba respondiendo al ya bastante
molesto invitado parecía más el Dalai Lama que el Luis que yo conocía. En esa
misma velada, recuerdo, estuvieron Ricardo Iorio, que ya había formado
Hermética luego de la separación de V8, y su por entonces todavía novia Ana
Mourin, la hermana de Luis, además de una amiga.
Me permito
aquí recordar una pequeña anécdota, atinente a estos temas. Un día, yo le
estaba hablando a Luis sobre los problemas de ese otro amigo al que ya me
estuve refiriendo. Y, entre otras cosas, le mencioné un par de libros de magia
negra que yo había estado observando en su casa. Recuerdo que Luis me respondió
muy serio: “Él debería apartarse de esos temas. La magia negra no es para
cualquier persona”. Me sorprendió aunque claro, a mí, como ateo practicante que
soy, cualquier recomendación sobre religión, brujería y demás yerbas son
asuntos contra los cuales estoy completamente blindado.
Pasó muy
poco tiempo de estos sucesos, y Luis estuvo un par de veces por casa, para
solicitarme varios libros de astronomía, estaban los de Carl Sagan y algunos
otros autores, libros que le presté y que me devolvió oportunamente. Me
contaba, “Estoy haciendo algunas investigaciones relativas al Universo, la
religión y Dios mismo”. Muy bien, pensé. Habíamos hablado ya de algo parecido
por esos días, en que Luis me hizo un curioso pedido: era el tiempo en que V8
se había separado como ya dije, y Hermética ya tenía su primer disco en la
calle. Y me vino a decir, “Mauro, vos que sabés inglés, ¿te animás a traducir
unas letras de Hermética del español al inglés?” A decir verdad, mi inglés
siempre fue bastante chapucero, pero igual acepté traducirle un par de
canciones. La cosa era que, según me contó Luis en aquel tiempo, a la banda le
había surgido la posibilidad de grabar en Brasil el disco completo, no sé, en
inglés, seguramente con la intención de penetrar comercialmente en algunos
mercados extranjeros. Según me decía Luis, “Ya probaron con otra persona pero
parece que no les gustó, no rescataba el espíritu de la letra”. Después, no
supe en qué terminó la cosa.
Hasta que
llegamos al comienzo del misterio. El día en que le llevé algunas hojas con las
traducciones, estuvimos hablando un rato y me dijo que “tenía pensado marcharse
a alguna región del país, tipo San Luis. Es que esa clase de regiones tiene
paisajes muy similares a los que se observan en La Biblia”. Interesante, aunque
no muy de mi gusto, pero siempre fui de alentar iniciativas ajenas. La cosa es
que, creo que no pasó una semana, y Luis ya estaba de vuelta.
Le pregunté
qué había pasado, y me respondió con un lacónico “No me gustó. Había mucha
gente, muchos turistas”. No había “clima”, parecía.
Esa fue la
última vez que lo vi. Como a las dos semanas, creo, recibí una llamada de Ana.
Estaba muy preocupada por la suerte de su hermano. Nadie sabía en dónde estaba
y estaban organizando la búsqueda. Estaba en Catamarca, hacia allí había
decidido partir.
Un domingo a
la mañana, estaba el diario Clarín en casa, y lo estaba hojeando hasta que me
topé con la sorprendente noticia: “Buscan a un estudiante extraviado en
Catamarca”, o algo así.
En efecto,
se hablaba de un tal “José Luis Maurin” (en lugar de Mourin), sobre el cual se
decía que “había viajado en micro a esa provincia, vestido con una remera, un
jean y zapatillas, y únicamente provisto de un morral y un par de biblias, una
en español, y otra en hebreo o indio”, ahora no recuerdo. Al día siguiente, en
un recuadro mucho menor, se volvía sobre la noticia, aunque muy brevemente se
consignaba que la policía provincial no tenía muchas pistas sobre el paradero
del estudiante llegado desde Buenos Aires. Es una pena, he guardado ese par de
recortes y en algún lugar de mi casa deben andar, pero no he podido dar con
ellos. Son de mediados de 1990.
Es muy
embromado especular sobre estos temas. En cierta oportunidad, intercambiando
impresiones con amigos, mencioné la creciente devoción en esos años de Luis por
la marihuana. Llegué a escucharlo contándole a otro cómo la conseguía en
cantidades importantes. Descarto cualquier posibilidad de alguna inherencia con
el tema.
¿Algún
compromiso con alguna secta religiosa? Mmmm, eso es más probable. Pero nadie
podría refrendarlo. Ahora, ¿cómo haría una persona por la suya, desaparecer de
los lugares que solía frecuentar y no dejar rastros? Es muy llamativo. No hay
muchos casos en el mundo, diría. En su momento, la novedad nos dejó a todos
patitiesos. Todavía, de tanto en tanto, seguimos acordándonos de aquellas
circunstancias. Pero no hay respuestas.
Graham
Bonnet, ex cantante de Rainbow, un día recibió una llamada de su ex camarada
Don Airey, informándose de la muerte de otro ex camarada, Cozy Powell. Bonnet
salió al patio de su casa, miró al cielo y tal vez creyó ver un arco iris, y se
preguntó: “¿Estás allí, Cozy? De la misma forma, quizás, podría yo preguntarme:
“¿Eres tú, Luis?” “¿Por qué no vienes y conversamos?” Y todo sería muy fácil.
Tal vez el tiempo sepa darnos la respuesta.
Al poco
tiempo, Ana escribió esa letra que hoy es más que un testimonio, en lo que a mí
respecta. Me tocó presenciar el show en el cual estrenaron la canción, el día
en que Hermética teloneó a Black Sabbath, a mediados de 1992 en Obras"
ATRAVESANDO
TODO LÍMITE
A las
montañas del noroeste Argentino
te dirigiste
hermano,
dejando
grabado por siempre
en mi
corazón aquel fuerte abrazo.
Donde
mostraste tu íntima conciencia
de guerrero
impecable
que marcha
firme a cumplir su destino
sin nada a nadie
deber.
Pasó el
tiempo y sin saber nada de vos,
corrimos a
buscarte.
Soñé con
verte libre a la luz del sol
y sé que lo
lograste.
Más sólo
fueron testigos esas inmensidades
historia
triste fue vernos vencidos
y sin
hallarte volver,
tener que
volver.
A enfrentar
caras de gente que no entiende
y que con
burlas justifican su ignorancia,
olvidando
que la pesadilla
suele
hacerse realidad, y ahí que pasa?
Qué es lo
que pasa?
Que el
viento lleve esta canción a tus oídos
salvando
distancias,
y que en tu
estrella observes que aun sigo de pie.
es mi
esperanza.
Sigo
intentando andar el camino
para el cual
me formaste.
Y aunque sin
vos se ha tornado muy duro,
no me dejaré
vencer.
No te
fallaré!
Es mi
egoísmo el que se rebela a perderte
y mi alma a
no saber cuál fue tu suerte
Hermano mío
solo resta decirte
que jamás te
olvidaré.
Tenlo
presente
Gracias por contarlo.
ResponderEliminarMuchas gracias por la historia, hermosa como la canción.
ResponderEliminargran testimonio, invaluable, muchas gracias!
ResponderEliminarImpresionante!! Muchas gracias por compartir
ResponderEliminarCreo que si Luis estuviera con vida, hubiese aparecido en 2001 cuando sucedió la tragedia de su hermana.
ResponderEliminarMuy interesante historia y todo un misterio saber que pasó con Luis.
Que le pasó a su hermana ?
EliminarSe suicidó
EliminarGran relató. Gracias por compartir.
ResponderEliminarGracias por compartir
ResponderEliminarEs un desaparecido más de los cientos de miles que hay en el mundo, como los missing children.
ResponderEliminarA donde van a parar? La gran mayoría a rituales, sacrificios humanos que hacen los dueños del mundo, las personas de las más altas esferas de poder, y la minoría a redes de trata. Es así, caso Alcasser por ejemplo.
Por eso hoy reflexionando en esto casi acordar la razón y quedó otro día para ser.
ResponderEliminarGracias por compartir. Escuche otras versiones sobre su historia, aunque muchas veces la realidad es mas incierta y oscura de lo que esperamos.
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