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martes, 6 de marzo de 2018

La historia detrás de "Atravesando todo limite"


¿QUÉ FUE DE TI, LUIS MOURIN?
La historia de “Atravesando todo limite” contada por Mauro, compañero de primaria de Ana Mourin y amigo de su hermano José Luis Mourin

"Jamás en la vida se me cruzó por la cabeza tener que hacer consideraciones, pasado un largo tiempo, acerca de un hecho extraño que me ha tocado vivir. Para otros no lo será, para mí sí resultó bastante misterioso. Nunca evalué si lo que diré debí hacerlo ni bien ocurrido el caso, o bien esperar un poco, unos años, u ocuparme del tema ahora. Se trata ni más ni menos que de la desaparición de un amigo, después de todo.
El caso José Luis Mourin, a él me estoy refiriendo, es un caso irresoluto. No tengo hoy el dato preciso sobre qué clasificación le dan las autoridades a situaciones como éstas, pero que yo sepa la gente no se evapora ni desvanece. Si no se ha muerto, a algún lado tuvo que haberse ido.
A Luis yo lo conocía desde mi época de escolar primario en el Almafuerte de Munro. Habrá sido más o menos por el ’72 cuando nos vimos por primera vez. Yo hice toda la primaria en ese colegio junto con Ana Dora Mourin, su hermana, entre el ’70 y el ’76. De Ana guardo lindos recuerdos de la infancia, era bastante simpática y tenía sentido del humor. Nos podíamos permitir alguna broma liviana de vez en cuando. Y a mi juicio, estaba entre las chicas más lindas del curso.
Con Luis, por ese entonces, la relación se limitaba más a los fines de semana, en que nos encontrábamos con una nutrida barra para jugar al fútbol y también, otro clásico de ese entonces, larguísimas bicicleteadas que podían terminar en cualquier parte, en Boulogne, en Villa Martelli, o en la playita de Olivos. Con el correr de los años, esa amistad continuó, todos crecimos y nuestros intereses ya estaban cambiando, ahora podían unirnos los gustos similares por la música, las chicas, las salidas nocturnas de los fines de semana y otras escapadas a lugares que tenían que ver con las artes, las ciencias y la política. Y también, reuniones en su casa, por la noche, de extensas charlas sobre temas que a nosotros nos interesaban mucho, con alcohol y humo de por medio. Podíamos estar hablando horas y horas sobre cosmogonía, sobre fútbol o sobre por qué el 2do. y el 3er. disco de Led Zeppelin eran mejores que el 4to.
Hacia finales de los 80’s, sólo quedaba un pequeño grupo de amigos que nos juntábamos con Luis. Puede resultar obvio, éramos los más afines. Algunos habían cambiado más, otros menos, pero seguíamos en contacto permanente.
Luis tenía un carácter bastante especial, lo podría afirmar cualquiera que lo haya tratado, tanto en sus primeros años como en los últimos en que nos vimos. Era algo tímido como yo, pero cuando tenía ganas de decir cosas no se las guardaba. Era bastante impulsivo, también, conducta que no siempre sabía controlar. Y si algo nunca perdió fue ese gusto por el humor corrosivo que compartíamos. Podíamos estar un buen rato bromeando sobre tal o cual situación, o tal o cual persona, llevándonos a conclusiones de lo más disparatadas.
Otro de nuestros amigos, a quien no identificaré, pasó por momentos muy penosos por aquellos tiempos debido a cuestiones relacionadas con el consumo de sustancias tóxicas, de las más variadas debo decir. ¿Por qué lo cito? Pues bien, recuerdo la despedida de año del ’89, en que este muchacho, a altas horas de la madrugada, ya estaba algo “pasado” y comenzó a ponerse pesadito, principalmente con el dueño de casa, Luis. En otros tiempos, lisa y llanamente Luis lo hubiese tomado a golpes y quién sabe las consecuencias, pero la cosa, para sorpresa, fue casi diametralmente opuesta. Quien le estaba respondiendo al ya bastante molesto invitado parecía más el Dalai Lama que el Luis que yo conocía. En esa misma velada, recuerdo, estuvieron Ricardo Iorio, que ya había formado Hermética luego de la separación de V8, y su por entonces todavía novia Ana Mourin, la hermana de Luis, además de una amiga.
Me permito aquí recordar una pequeña anécdota, atinente a estos temas. Un día, yo le estaba hablando a Luis sobre los problemas de ese otro amigo al que ya me estuve refiriendo. Y, entre otras cosas, le mencioné un par de libros de magia negra que yo había estado observando en su casa. Recuerdo que Luis me respondió muy serio: “Él debería apartarse de esos temas. La magia negra no es para cualquier persona”. Me sorprendió aunque claro, a mí, como ateo practicante que soy, cualquier recomendación sobre religión, brujería y demás yerbas son asuntos contra los cuales estoy completamente blindado.
Pasó muy poco tiempo de estos sucesos, y Luis estuvo un par de veces por casa, para solicitarme varios libros de astronomía, estaban los de Carl Sagan y algunos otros autores, libros que le presté y que me devolvió oportunamente. Me contaba, “Estoy haciendo algunas investigaciones relativas al Universo, la religión y Dios mismo”. Muy bien, pensé. Habíamos hablado ya de algo parecido por esos días, en que Luis me hizo un curioso pedido: era el tiempo en que V8 se había separado como ya dije, y Hermética ya tenía su primer disco en la calle. Y me vino a decir, “Mauro, vos que sabés inglés, ¿te animás a traducir unas letras de Hermética del español al inglés?” A decir verdad, mi inglés siempre fue bastante chapucero, pero igual acepté traducirle un par de canciones. La cosa era que, según me contó Luis en aquel tiempo, a la banda le había surgido la posibilidad de grabar en Brasil el disco completo, no sé, en inglés, seguramente con la intención de penetrar comercialmente en algunos mercados extranjeros. Según me decía Luis, “Ya probaron con otra persona pero parece que no les gustó, no rescataba el espíritu de la letra”. Después, no supe en qué terminó la cosa.
Hasta que llegamos al comienzo del misterio. El día en que le llevé algunas hojas con las traducciones, estuvimos hablando un rato y me dijo que “tenía pensado marcharse a alguna región del país, tipo San Luis. Es que esa clase de regiones tiene paisajes muy similares a los que se observan en La Biblia”. Interesante, aunque no muy de mi gusto, pero siempre fui de alentar iniciativas ajenas. La cosa es que, creo que no pasó una semana, y Luis ya estaba de vuelta.
Le pregunté qué había pasado, y me respondió con un lacónico “No me gustó. Había mucha gente, muchos turistas”. No había “clima”, parecía.
Esa fue la última vez que lo vi. Como a las dos semanas, creo, recibí una llamada de Ana. Estaba muy preocupada por la suerte de su hermano. Nadie sabía en dónde estaba y estaban organizando la búsqueda. Estaba en Catamarca, hacia allí había decidido partir.
Un domingo a la mañana, estaba el diario Clarín en casa, y lo estaba hojeando hasta que me topé con la sorprendente noticia: “Buscan a un estudiante extraviado en Catamarca”, o algo así.
En efecto, se hablaba de un tal “José Luis Maurin” (en lugar de Mourin), sobre el cual se decía que “había viajado en micro a esa provincia, vestido con una remera, un jean y zapatillas, y únicamente provisto de un morral y un par de biblias, una en español, y otra en hebreo o indio”, ahora no recuerdo. Al día siguiente, en un recuadro mucho menor, se volvía sobre la noticia, aunque muy brevemente se consignaba que la policía provincial no tenía muchas pistas sobre el paradero del estudiante llegado desde Buenos Aires. Es una pena, he guardado ese par de recortes y en algún lugar de mi casa deben andar, pero no he podido dar con ellos. Son de mediados de 1990.
Es muy embromado especular sobre estos temas. En cierta oportunidad, intercambiando impresiones con amigos, mencioné la creciente devoción en esos años de Luis por la marihuana. Llegué a escucharlo contándole a otro cómo la conseguía en cantidades importantes. Descarto cualquier posibilidad de alguna inherencia con el tema.
¿Algún compromiso con alguna secta religiosa? Mmmm, eso es más probable. Pero nadie podría refrendarlo. Ahora, ¿cómo haría una persona por la suya, desaparecer de los lugares que solía frecuentar y no dejar rastros? Es muy llamativo. No hay muchos casos en el mundo, diría. En su momento, la novedad nos dejó a todos patitiesos. Todavía, de tanto en tanto, seguimos acordándonos de aquellas circunstancias. Pero no hay respuestas.
Graham Bonnet, ex cantante de Rainbow, un día recibió una llamada de su ex camarada Don Airey, informándose de la muerte de otro ex camarada, Cozy Powell. Bonnet salió al patio de su casa, miró al cielo y tal vez creyó ver un arco iris, y se preguntó: “¿Estás allí, Cozy? De la misma forma, quizás, podría yo preguntarme: “¿Eres tú, Luis?” “¿Por qué no vienes y conversamos?” Y todo sería muy fácil. Tal vez el tiempo sepa darnos la respuesta.
Al poco tiempo, Ana escribió esa letra que hoy es más que un testimonio, en lo que a mí respecta. Me tocó presenciar el show en el cual estrenaron la canción, el día en que Hermética teloneó a Black Sabbath, a mediados de 1992 en Obras"
ATRAVESANDO TODO LÍMITE
A las montañas del noroeste Argentino
te dirigiste hermano,
dejando grabado por siempre
en mi corazón aquel fuerte abrazo.
Donde mostraste tu íntima conciencia
de guerrero impecable
que marcha firme a cumplir su destino
sin nada a nadie deber.
Pasó el tiempo y sin saber nada de vos,
corrimos a buscarte.
Soñé con verte libre a la luz del sol
y sé que lo lograste.
Más sólo fueron testigos esas inmensidades
historia triste fue vernos vencidos
y sin hallarte volver,
tener que volver.
A enfrentar caras de gente que no entiende
y que con burlas justifican su ignorancia,
olvidando que la pesadilla
suele hacerse realidad, y ahí que pasa?
Qué es lo que pasa?
Que el viento lleve esta canción a tus oídos
salvando distancias,
y que en tu estrella observes que aun sigo de pie.
es mi esperanza.
Sigo intentando andar el camino
para el cual me formaste.
Y aunque sin vos se ha tornado muy duro,
no me dejaré vencer.
No te fallaré!
Es mi egoísmo el que se rebela a perderte
y mi alma a no saber cuál fue tu suerte
Hermano mío solo resta decirte
que jamás te olvidaré.
Tenlo presente

lunes, 18 de abril de 2016

Hermetica en la Carcel de Caseros, 18/04/1994

Queremos ser libres fue el nombre que 3 menores detenidos en Caseros decidieron ponerle al grupo que abrió aquel 18 de Abril de 1994 con “Libros Sapienciales” y “Muerte y Resurrección”, de Vox Dei, temas elegidos porque eran los únicos que habían aprendido a tocar en los talleres de guitarra dictados por Claudio Peña, perteneciente al programa de extensión universitaria del Centro Cultural Ricardo Rojas. Luego se entregaron los premios a los ganadores del concurso de letras de canciones, la FUBA había donado 2 guitarras y un walkman para los ganadores. Era el turno de Hermetica tocando para 150 menores, entre otros sonaron Tu eres su seguridad y Cráneo Candente, el show estuvo vedado al periodismo, se repartieron 500 sándwiches de miga y 50 botellas transparentes de gaseosas pero no se pudieron repartir panchos debido a que dentro de la salchicha podía ingresar algún elemento contundente, queda como anécdota algo que paso  promediando el último tema, cuando un chico con la cara picada por la viruela tomo una guitarra desenchufada y haciendo como que tocaba comenzó a correr de izquierda a derecha, al verlo, Iorio le pregunto “Que te gustaría tocar?”, el chico respondió, “Algo de Malagata”.
El año anterior, más precisamente el 17 de Agosto de 1993, Hermetica se había presentado junto a Lethal, Massacre, ANIMAL, Pilsen, Attaque77 y los británicos UK Subs en el Penal de Olmos a beneficio de la Radio que funcionaba en el penal. Iorio denuncio que nada de lo recaudado en aquella ocasión llego a la radio y de hecho la habían cerrado, los dichos de Ricardo fueron confirmados por el propio director de la emisora que también estuvo en el recital de Caseros apoyando la movida de Hermetica.

Un dato de color con respecto a esta presentación tiene que ver con Sergio Schoklender  con el cual Iorio había tenido algún acercamiento y que fue uno de los impulsores de este histórico concierto, Viviana Sala que era psiquiatra y médica legista del Servicio Penitenciario Federal declaro hace unos años: "Una hermosa tarde de otoño mientras en el patio del penal sonaban los armoniosos acordes de Hermética Sergio me declaró su amor", se casaron en 1997 y tuvieron un hijo..




miércoles, 14 de octubre de 2015

Moron90: La muerte de José Luis Damián y sus consecuencias

El relato pertenece al Cordobes, plomo de Hermetica y ex baterista de 
Almamula, banda que formaron los plomos de la H y cuyo cantante fue el gran Carlos Alberto ¨PICHIN¨ Goitea fallecido en Abril de este año
"Era 1994, el que finalmente fue el último año de Hermética, el año de mayor crecimiento y en el que hubo que salir a buscar lugares nuevos para tocar, ya no alcanzaban, ni en capital los lugares con capacidad para 2000 personas (se pasó de Cemento a Stadium en 1993) ni en el conurbano para 1000, como hasta ese momento.
En esa danza de búsqueda de nuevas plazas caímos en Morón 90 (entre otros lugares), una bailanta, yo ya lo conocía de ir con los Decadentes y con Los Brujos, y no era un mal lugar, la primera vez que fuimos fue un show tranquilo y cómodo, tanto para trabajar como para los espectadores, era un gran salón en forma de L, con el escenario en el ángulo, mirando al salón más largo, tenía salida por las dos calles y en el espacio corto estaban los baños, unos sillones y algunas oficinas, el único problema era que el costado del escenario quedaba desguarnecido y mucha gente se ubicaba de ese lado, por detrás de las torres de sonido y miraban desde ahí, por encima de los racks de potencias, que quedaban paralelos al escenario, delante de las puertas de los baños, de todas formas, si la gente no se acercaba demasiado por ese costado, no había riesgos, ahora, si se amontonaban ahí, empujaban los racks, que tenían ruedas, abajo del escenario, por lo que siempre poníamos alguien de seguridad ahí para controlar que nadie toque las potencias.
Para la segunda vez que fuimos, allá por marzo o abril de 94, otra fue la historia, fue un día en el que pasaron demasiadas cosas raras, todas juntas.
El primero de los problemas se dio, porque a una cuadra o dos, estaba la cancha de Morón y ese día el Gallo jugaba de local, nunca supe porque, el partido se suspendió y las hinchadas armaron quilombo, la policía reprimió y una parte de la gente en la huida, encaró para la zona donde ya se juntaban los fans de Hermética, fueron rompiendo cosas, con la policía atrás, se mezclaron la gente que se iba de la cancha con la que llegaba al recital, y la policía les dio palos a todos, se llevaron detenidos a unos cuantos y de a poco se fue tranquilizando la cosa, ahí se dio el segundo problema, mucha gente de la estaba en la cancha se quedó, y entraron al local más personas de las que cabían, pocas veces vi un lugar tan lleno de gente, también se quedó la policía, que quedó ociosa tras la suspensión del partido.
Adentro del local, la cosa no venía mucho mejor,la tensión de la calle se fue trasladando adentro, a medida que la gente sorteaba a la policía y entraba, y encima, adentro se vendía alcohol, todavía estaba permitido, pero parece que la cerveza se vendía muy barata, porque circulaban los vasos de medio litro de una manera preocupante.
El primer indicio de que algo andaba mal lo tuve cuando en el fondo se empezaron a colgar de una gran masa de cables que iba cerca del techo, lo que hizo que esos cables, que estaban precintados, colgaran muy cerca de la cabeza de la gente, cualquiera podía levantar la mano y tironearlos, eso ya nos llenó de nervios a todos los que estábamos trabajando, al rato, el problema mayor, una bandita copó el baño de hombres y lo destrozó, prolijamente, como si fuera algo armado, rompieron minuciosamente todos y cada uno de los inodoros y mingitorios (salvo uno, que quedó milagrosamente entero) arrancaron los caños de plomo de la pared, retorciéndolos como si fueran una trenza, y cuando intentaban hacer lo mismo en baño de mujeres, logramos hacerlos salir, pero ya era tarde, el show promediaba y desde los baños salía, por la puerta, un río de agua que se dirigía al medio del salón, pasando por el costado del escenario, y por debajo de los racks de potencias, la gente se había acercado demasiado, era mucha más de la que cabía, y de la que se podía controlar, hacia demasiado calor, la mayoría estaba en cuero y algunos, por el costado, por sobre las potencias, le gritaban a Iorio, el clásico, "Ricardo, una púa, una púa" en un momento Iorio, miro para el costado y les tiro una o dos, y en el afán de conseguir una, varios se tiraron en palomita arriba de las potencias, hubo una avalancha, se amontonó mucha gente, los plomos del sonido bajaron del escenario y cuando lograron apartar a los desaforados que insistían en treparse al escenario, vimos que quedaron dos chicos tirados en el suelo, y algunos otros que tratando de asistirlos los arrastraban de las manos hacia donde había menos gente.
Yo me tiré de cabeza arriba de la gente y fui hasta donde estaban, mientras sacaba a los que trataban de asistirlos, vi que les hacían masajes cardíacos y escuché que gritaban que se habían electrocutado, al primero le tomé el pulso y lo saqué del paro cardiaco, mientras lo llevaban a un sillón fui hasta el otro, tampoco respiraba, le hice el masaje cardíaco también, mientras alguien que no conozco le hacía respiración artificial, parecía que comenzaba a respirar, pero el pulso no volvía, la gente se amontonaba demasiado, yo gritaba que se corran, seguí el masaje cardíaco, mientras de a poco lo acercamos al portón del costado logramos que lo abrieran y lo sacamos a la vereda, al aire fresco, para mí, seguía sin pulso, pero seguía pareciendo que respiraba, mientras yo seguía intentando reanimarlo llegó la policía, me dijeron que pare, le tomaron el pulso ellos, lo levantaron uno de cada brazo y lo hicieron caminar hasta la caja de una camioneta y se lo llevaron, yo estaba completamente transpirado, y agotado, a todo esto el show continuaba, porque no todos se habían dado cuenta de lo que pasaba, y volví al escenario para el último tema.
Finalizado el concierto apareció otra vez la policía, desalojó el lugar con bastante violencia y nos dijeron que el pibe que se llevó la camioneta, había llegado muerto al hospital, yo me desplomé en un sillón y me largué a llorar, los dos pibes cuando se tiraron de cabeza para agarrar las púas que tiró Iorio, habían metido las manos entre los cables, el piso estaba mojado y ellos también y en cuero, se habían quedado pegados con un rack de potencias, salvamos uno, con el otro no pudimos, se llamaba José Luis Damián.
Una vez desalojado el lugar, la policía nos informa que todos los que estábamos trabajando estábamos detenidos y no podíamos salir del local, nosotros mientras desarmábamos, llegó un tipo que dijo que era de la fiscalía y dijo que iban a peritar, y pidió que se vuelva a armar todo lo que tenía electricidad, como la batería no lleva cables, no era necesario que yo armara la parte que tenía a cargo, y me quede ahí mirando, llegó gente de edenor entre los que había un viejo con anteojos culo de botella que tenía mil años, ese, era el perito, no veía ni los números del tester, media la tensión a mano, como un ciego, tocaba los flejes de aluminio de los racks y decía, este patea, este no, y así identificó un equipo que daba corriente, preguntó dónde estaba la toma a tierra y le dijeron que no había sido conectada, o que no había, y dio su sentencia, "La tensión tomo tierra a través del cuerpo del pibe, desde este equipo, desarmen el resto, este está secuestrado"
pasamos el día ahí, nos liberaron a las 6 de la tarde del domingo, hora a la que debíamos estar en San Miguel para otro show, que obviamente se suspendió, hablé un rato con el padre de José Luis, me conto que eran de Laferrere, que su hijo era fanático de Hermética desde hacía mucho, que eran muy humildes, y que no iba a hacerle juicio a nadie, porque según dijo textualmente "mi hijo murió en la suya, eso es lo único que me consuela".
Paralelamente, los dueños del lugar reclamaban que se les paguen los daños que se habían producido, luego de una negociación bastante áspera se llegó a un acuerdo, y al mismo tiempo que el manager pagaba los daños, los empleados del local abrieron una puertita, que era un deposito, y comenzaron a sacar inodoros y mingitorios para reacondicionar el lugar, tenían todo preparado, los destrozos habían sido orquestados, de otra manera no se puede explicar que tuvieran stock casualmente de todo lo que se había roto, antes de que nos dejaran ir, los baños estaban impecables otra vez, aun no lo puedo creer.
Hermética dio la cara, pagó los gastos de sepelio, realizó un concierto a beneficio en Stadium en el que todos trabajamos gratis y le dimos la recaudación completa a la familia, quienes finalmente si, realizaron un juicio, tuvimos que ir varias veces a declarar a la comisaria de Morón, se llegó a un acuerdo extrajudicial.
(El disco Victimas del Vaciamiento, fue dedicado a la memoria de José Luis , igual que este post.)


ACLARACION: El juicio por la muerte de  José Luis Damián es posterior a la separación de la banda. Más allá de que pudo haber deteriorado aún más el vínculo entre los integrantes no podemos tomarlo como la causal, si resulta llamativo que por ejemplo en el documental de “La H” este tema es pasado por alto. Iorio termino siendo el único perjudicado económicamente, se embargaron sus bienes, cuentas y los derechos de autor en SADAIC, este embargo se mantuvo hasta 2012. Por su parte, los otros 3 integrantes de Hermetica declararon en el expediente judicial que ellos “son solamente trabajadores de la música, contratados por el Sr.Ricardo Horacio Iorio, titular del grupo Hermetica,  para la realización de determinados eventos musicales que el mismo contrataba con terceros”. Esta declaración estuvo basada en una Carta Documento enviada por Iorio a sus ex compañeros de Hermetica cuando se separó la banda y justamente fue usada por Castro, Romano, y Zurita  en el juicio para desligarse de la causa judicial. Tanto la empresa encargada de la iluminación  cuyo  dueño era Timmy McKern, manager de Las Pelotas y ex de Sumo, como los dueños del lugar no sufrieron perjuicio alguno. Justamente a McKern, Iorio le dedica unas palabras