DESPUÉS DE
SEIS MESES DE SILENCIO, RICARDO IORIO FUE EL CARISMÁTICO BASTONERO DE UNA
FIESTA EN EL TEATRO VORTERIX DE ROSARIO PARA LA QUE COMBINÓ CANCIONES DE
ALMAFUERTE, HERMÉTICA Y SUS ÁLBUMES SOLISTAS “TANGOS Y MILONGAS” Y “ATESORANDO
EN LOS CIELOS”.
“Tocar mis canciones no es hacer covers”,
apuntó en medio de una noche encendida y gozosa donde comandó los climas desde
un micrófono de pie y trajinó la escena gesticulando y arengando a su equipo de
colaboradores ante 1200 espectadores.
De excelente
humor, con una sonrisa estampada en su boca y el arrasador impacto de su voz
aguardentosa para visitar su propia historia, Iorio ratificó su icónica
estatura dentro del metal argentino.
Pero aún
antes de que quien también fuera líder de V8 mostrara esa gozosa energía por
volver al ruedo en plenitud y al frente de un grupo de hasta seis integrantes,
sus fieles seguidores habían dicho presente, tanto los rosarinos, como los
llegados de localidades cercanas y aquellos que viajaron en tres micros desde
Buenos Aires.
Pasadas las
21 cuando se abrieron las puertas del Vorterix y contra el vallado colocado a
dos metros del imponente escenario, llamó la atención la presencia de cuatro
niños (Máximo de 11 años, Ulises de 10, Alicia de 7 y Marcos de 4) vestidos de
negro y también dispuestos a la celebración.
Una hora más
tarde, la formación base integrada por el baterista Walter Martínez, los
guitarristas Alejo León y Rubén Martínez, el bajista Facundo León y la
tecladista Johana Gieco, introdujo instrumentalmente con pasajes de “Buitres”,
una de las muchas visitas a Almafuerte.
Vestido con
un sobretodo negro (que abandonó enseguida para lucir la inmensa cruz plateada
sobre una remera también negra) encabezó otros tres pasajes en torno al
repertorio del grupo que comparte con Claudio Marciello, Beto Ceriotti y Bin
Valencia: “1999”, “Sentir indiano” y “Los delirios del defacto”.
Mientras el
estadio bramaba el clásico “Iorio es lo más grande del heavy nacional”, el
aludido interrumpió el grito y pidió: “si me permiten, digan del metal
nacional”, pero la sugerencia no surtió efecto.
Las
versiones de “Allí en San Juan” y “Sé vos”, prologaron otro apunte de Ricardo
quien contó que “anoche hablé telefónicamente con Marciello y me decía que
quería estar acá. A veces se cierra un portón y se abre una ventana”.
Sin aflojar
la intensidad y el poderío de un ensamble que plasmó en directo los resultados
de tres meses de ensayo consciente, se sucedieron “Memoria de siglos” (en el
primer recuerdo de Hermética) y “Toro y pampa”, momento en el que Iorio ironizó
sobre su estado de salud y tocándose las costillas izquierdas comentó: “si este
no es el corazón, sigamos. No pasa nada”.
Pero casi
inmediatamente reflexionó ante la multitud: “La imaginación y el humor son
positivas porque nos hacen olvidar de la única realidad que tenemos que es la
muerte”.
“Este
espectáculo de entretenimientos continúa con otras obras”, anunció antes del
ingreso de los hermanos Carlos y Jorge Cordone, quienes fueron guitarristas de
Edmundo Rivero, para una trilogía criolla con “Tangolpeando”, “El adiós de
Gabino” y “El último viaje”, que motivó otro punzante apunte de Iorio cuando
dijo: “Soy muy poco profesional porque me emociono con lo que canto”.
Un intervalo
de 15 minutos fue matizado desde la pantalla ubicada detrás de la batería donde
se mezclaron pasajes de personajes televisivos de Diego Capusotto y Benny Hill
con fragmentos de filmes de Chaplin, un recitado de José Larralde y escenas de
capítulos “Los tres chiflados”, entre otros.
En ese
bizarro collage, se propuso un montaje en torno a Ricardo Retardo (una criatura
de Capusotto que se sorprende repitiendo “¿ah sí?” al recibir noticias viejas)
abordado por una persona que le informaba que “Almafuerte no paró. Sigue en el
camino” y la audiencia estalló en una ovación.
Sumando la
guitarra de Carina Alfie, el segundo tramo del recital estuvo más enfocado en
el repertorio de “Atesorando en los cielos”, su disco solista de 2015 en el que
intervino la pequeña gran violera.
Pero hacia
el final e integrando a todos los participantes, Iorio volvió a Hermética
(“Atravesando todo límite” y “Cuando duerme la ciudad”) y a Almafuerte (“Presa fácil)
y “El amasijo de un gran sueño”) para cerrar una velada de dos intensas horas.
Aunque esta
nueva aventura de Iorio parece estar envuelta en el secreto, Télam pudo
confirmar que hacia fines de septiembre el grupo actuará en Córdoba y luego
hará otra presentación en la disco Pinar de Rocha, en la localidad del
conurbano bonaerense de Ramos Mejía.
(Fuente: TELAM)
LAS FOTOS
(Fuente: TELAM)
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